lunes, 26 de julio de 2010

Noche Santiaguina al ritmo de la black music con la Prole y Bumayé


El próximo miércoles 4 de Agosto a las 22:30 hrs. el Centro Arte Alameda se verá invadido con la potencia de la Fiesta/Tokata de black music nacional. En la jornada, además de deleitarnos al escuchar rap, hip-hop, funk, blues y soul de la mejor calidad, nos encontraremos para bailar y ponerle fuego a estas heladas noches capitalinas.

Entre las bandas invitadas están los connotados de La Prole, que fusionan géneros como reggae-latino, hip-hop y raggamuffin; y que nacieron hace ya varios años, en lo que se considera la cuna de estos estilos, de la mano de grupos como Makiza, Tiro de Gracia y Sonido Ácido.

Además, disfrutaremos de toda la propuesta musical de Bumayé; banda que se ha esforzado por integrar en su música la ingeniería en sonido, las artes visuales y la educación musical, lo cual le da un matiz único a sus fusiones de blues, reggae y funk.

Pero la fiesta no acaba aquí. De eso se encargará uno de los Dj santiaguinos más populares: DJ Boogie Mike, quien con su Electro Dance, Funk, Breakbeats, Turntablism, Hip Hop, AcidJazz, Dubstep y D&B nos hará bailar toda la noche.

Ven a compartir y disfrutar a esta Fiesta/Tokata y juntos le estaremos dando fuerza a espacios con los que la Black Music se abre paso y se consolida en la escena musical nacional. (Costo de entrada $2000, antes de las 00:00 hrs. 2x1)
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sábado, 24 de julio de 2010

Educación

[por Felipe Garrido]

Para qué educarse,
para lavarse las manos antes de comer
-cuando se tiene para hacerlo-;
conquistar el deseo ajeno de crecer
de romper barreras y alcanzar el estatus.

Para qué educarse,
para ser parte de la realidad,
de la cruel y nefasta verdad;
trabajando día a día
por un puesto de trabajo.

Para qué educarme,
para aprender a leer
lo que no me dejan
y para preguntarme
lo que no me gusta.

Educarme sin lugar a dudas es
malformarme, creerle al viejo,
tener vacios, contemplar lo dominado
y ser un dominado más.

Educarse , es tener voz
pero no ser escuchado,
es ser evaluado, clasificado,
discriminado, empobrecido, excluido,
y por si fuera poco, amenazado.

Educar ahora,
es pensar que somos el futuro
de algo que no existe
y el presente de algo
inmensamente amargo.
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martes, 20 de julio de 2010

Mundo Pagano

[Por francatiradora] Después de aprovechar el happy hour de Éxodo y tomarme una partida doble de ron, vodka o pisco, según corresponda, se comienza a prender la hipersensibilidad en la piel. Nos vamos apurados a la disco, rogando que no hayan tocado Bad Romance, y saludamos al guardia que nos hace pasar como clientes frecuentes para que nos adentremos al Mundo Pagano.

Inmediatamente a cobrar el cover; al subterráneo mejor, haya pedimos el copete más fuerte. En la corta trayectoria la mayoría son caras conocidas: el que nos llevo en auto la otra vez, el amigo de tal, la que se pescó a no sé quién, el tipo del after… ¡y mi amiga del alma! El saludo es rápido “nos vemos después, porque vamos a cobrar el copete”.

En la espera, hay que empelotarse rápidamente, esta disco es para mostrar. Y nos fuimos a bailar, suena Madonna, Lady Gaga, Kylie Minogue, Bitney Spears. Entre tanto ya vamos en el tercer vodka tónica y la mirada está más aguda. Toponcitos con ese tipo exquisito, coqueteos con la chiquilla de allá, al que está al lado de la escalera me lo podría follar.

¡Demos la bienvenida a la reina madre de las transformistas! Ha llegado la Puerca del Amor, a quien a esta altura le tenemos una tremenda estima. Nos aburrimos, ya hemos visto ese show, abajo está sonando electrónica.

Ya elegiste al "pagano n°10", bailas apretado y violento algún tema David Guetta. ¿Vámonos? Por ningún motivo, de acá no me voy hasta que esto acabe. Prenden las luces, parto de la mano con "pagano n°10", otro de los chicos tiene el mismo plan, el resto al after.

Al otro día, queremos salir ¿Alguien dijo El Huevo? ¿el Proa? ¿La Sala? Otras dinámicos, quizás los mismos resultados; nosotros preferimos quedarnos en nuestro Mundo Pagano.
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domingo, 18 de julio de 2010

El pololeo como dispositivo de vigilancia monogámico, heteronormativo, moral y sexista

[por Marcia Ravanal] Desde pequeños somos educados bajo ciertos parámetros, reglas y aspiraciones que construyen, o bien, modelan las formas en que percibimos el entorno, la vida que anhelamos y la forma de relacionarnos que deseamos satisfacer. De este modo, en nuestro contexto cultural más cercano es que vamos distinguiendo aquellas estructuras relacionales que se adjudican el reconocimiento social de forma ampliamente aceptada y que por ende serán las que se configuren como “relaciones deseables” para todos.

En este contexto, es que el amor, entendido como un sentimiento profundo en que dos personas se ligan emotivamente, se vislumbra en la concreción de relaciones afectivas de pareja como puede ser una amistad, un matrimonio, o bien su precedente: el pololeo. En Chile, el pololeo es por excelencia, la nominación que reciben las relaciones de pareja (principalmente las más jóvenes).

Considero sumamente interesante escribir en torno a la temática del pololeo, puesto que es una categoría que muchas parejas asumen con compromiso y esmero sin cuestionar las prácticas que conlleva y sin esclarecer las formas en que dicha relación se configura como un dispositivo social de dominación.

Existen un sin número de prácticas que se reproducen en la mayoría de las relaciones de pololeo que se alinean en favor de establecer una relación prototípica deseable, con características estándar para todas ellas (tal como se aspira a tener un cuerpo perfecto similar al de estrellas de televisión). Es posible visualizar una importante matriz de género en factores heteronormativos y sexistas así como también cuestiones morales y religiosas de profunda importancia como el predominio de la monogamia y con ello también la criminalización del placer sexual no ligado a una pareja exclusiva.

En cuanto a los factores ligados a roles y temáticas de género considero importante señalar que el carácter heteronormativo de la sociedad se reproduce en gran medida en relaciones de pareja prototipo como la del pololeo. Partiendo por un marco de análisis cotidiano es posible darse cuenta de que a diario los pololos disfrutan de paseos por distintos sectores de la ciudad tomados de la mano, accediendo a besarse en público (siempre que sea moralmente apropiado) y a disfrutar de cenas y momentos específicamente delimitados para ellos sin ser recriminados por hacerlo, sin embargo en muy contadas ocasiones (si es que no son nulas) es posible ver a parejas homosexuales permitiéndose disfrutar públicamente de estas ventajas del pololeo puesto que a nivel macrosocial generalmente esta nominación está asociada a parejas típicamente heterosexuales en que un hombre y una mujer se unen (antes del matrimonio) en pareja para vivir su amor en plenitud. Claramente las normas sociales dificultan que una pareja gay se reconozca como un pololeo típico y este dispuesta a mostrarlo a la luz pública sometiéndose con ello a las recriminaciones sociales esperables desde una sociedad caracterizada por la heteronormatividad y la homofobia. Cabe señalar en este punto, que el término se acuñó en Chile posiblemente durante el periodo previo a la guerra del pacífico, en que los bomberos utilizaban un distintivo denominado “pololo” y que cuando se encontraban emparejados obsequiaban a su mujer, la cual luego era reconocida como una mujer comprometida bajo el término de “Polola”. La situación en que posiblemente ha surgido el concepto tan propio de la cultura chilena refleja el carácter históricamente sexista que sostuvo el nacimiento de este tipo de relaciones, en que la prenda obsequiada se configuraba como un distintivo de propiedad por sobre la enamorada, quien era reconocible por los demás como perteneciente a alguien (alguien de género masculino, claramente).

El pololeo como relación prototípica, se configura también como un importante espacio de vigilancia moral, puesto que una de sus principales premisas es la exclusividad sexual y afectiva, en que se construye una relación sobre la base de la fidelidad y el compromiso mutuo de honestidad en torno a los sentimientos que pudiese despertar un otro (externo a la relación). Este débito de exclusividad reproduce cabalmente el valor moral acuñado histórica e incluso religiosamente por nuestra sociedad, bajo el sentido de la monogamia. Dicho valor, al ser una fuerte proposición inculcada por la tradición judeo cristiana caló profundamente en occidente y determina en el pololeo el hecho de que en este se consagre una pareja única a modo de reproducir los estándares morales y políticos predominantemente de carácter conservador, que tienden a fortalecer la pareja única a fin de hacer prevalecer los valores cristianos, cuyas implicancias políticas son sumamente notorias en sociedades como la nuestra. Las manifestaciones cotidianas de la reproducción de un dispositivo de vigilancia de la monogamia están en las recriminaciones celosas de los pololos ante atisbos de infidelidad, así como también en el compromiso intrínseco que conlleva establecer una relación de semejantes características.

Las pautas de comportamiento que se promueven con el pololeo, reprimen a la vez la libertad sexual, puesto que al promoverse la exclusividad sexual se criminalizan las prácticas sexuales fuera de la relación y así también la promiscuidad (por parte de quienes están pololeando y quienes no lo están). De este modo, los pololos y quienes aspiran a tener una relación de pololeo o la han tenido alguna vez, se rigen por ciertos cánones de conducta moral que les impide disfrutar del placer sexual con diversas personas, lo que conlleva a ver el sexo como algo esencialmente negativo que no tiene sentido si no es bajo el alero de una relación de pareja (típico postulado religioso). Dicho supuesto tiene mucho que ver con intereses políticos que instan a mantenernos en una relación singular, que tiende a reproducir muchas otras relaciones de iguales características, lo que implica que es posible delimitar las formas de actuar y de proseguir de los pololos y estandarizarlos en un prototipo de relación a fin de mantener una estructura cognoscible de lo que son las relaciones prematrimoniales y con ello hacerlas más moldeables y eficaces a conciernas sistémicas. Esta situación es sumamente favorable a organismos tanto estatales como económicos y a estos últimos en gran magnitud puesto que hacen de la relación un producto de consumo apto para absorber películas y paseos románticos, productos para el día de los enamorados, etc. a esto además se suma la inminente necesidad de tener “yos” reconocibles y reproducidos en otros “yos” de características similares que se sientan satisfechos con las mismas ideas de pareja y por ende también con los mismos productos.

El pololeo es la reproducción de una realidad que de una u otra forma simboliza a otra realidad aun más importante, que es la realidad del matrimonio, es decir, en torno a la conformación del pololeo como una relación de cierta formalidad antes del casamiento, es posible develar que entendiendo el matrimonio como la estructura base de la sociedad patriarcal y a la vez como la base económica, social y afectiva del capitalismo, es necesario que existan relaciones previas a ella a modo de desmitificar “el amor eterno” de antaño y así modernizar, y hacer más satisfactoria la vida amorosa (más efectiva). El pololeo como precedente del matrimonio, y a pesar de que no represente necesariamente la intención de casamiento, tiende a reproducir muchas de las lógicas que se disponen a la base del buen funcionamiento matrimonial, es decir, está funcionando a modo de ensayo y preparación a la vida hogareña (con todas las obligaciones y placeres que esta conlleva), encauzando las subjetividades hacia una aspiración común, que es llegar a consagrar las relaciones amorosas en una relación aun más envidiable y aceptada: el matrimonio. Esto se ve en actividades cotidianas que realizan la mayoría de las parejas en chile, como por ejemplo juntarse a cocinar, estar en la casa de alguno de los miembros de la pareja, conocer a las respectivas familias, dormir juntos, asistir a eventos familiares, cenar juntos, vacacionar juntos, etc. De esta forma, es que el pololeo, al ser entendido como una relación seria que no implica necesariamente un compromiso de eternidad, se posiciona como la “cara alegre” de la vida marital ofreciendo un carácter más libre pero que a la vez tiende a reproducir un sin número de valores conyugales típicos que permiten el buen funcionamiento del sistema imperante.

Es importante reconocer este dispositivo puesto que opera de forma casi encubierta estableciendo patrones de comportamiento afectivo y relacional que obvian las características individuales de los sujetos, puesto que todos, independiente de su concepción de mundo están de cierta forma (ya sea conciente o inconciente) convocados a establecerse en una relación prototípica en que deben ejercer la fidelidad y un sin número de prácticas de control (como los llamados de teléfono, los avisos, las visitas permanentes, la presencia en instancias formales de la pareja, etc.) que de cierta forma van determinando que el pololeo se establezca como un eje represivo de las motivaciones personales (de carácter sexual y emocional) que son nocivas para la conformación social de la que somos parte. El pololeo así, se instaura como un emplazamiento de vigilancia mutua entre los pololos que se instan uno a otro a cumplir con los mandatos que su relación les asigna a cada uno. Además, este modo de pertenecerse mutuamente tiene un claro transfondo de distinción de géneros, que a pesar de que ha ido evolucionando (con más “libertad e iniciativa femenina”) aun es posible ver que existe toda una estructura burocrática en torno al cómo se debe empezar una relación de pololeo en que en primera instancia se debe vivir el “pinche”, luego “andar” para finalmente llegar a establecer un pololeo como tal. Cabe señalar que en el paso de una etapa a otra existe una responsabilidad social de gran relevancia que cae sobre los hombros masculinos encargados de “proponer” e “iniciar”. Ni hablar de los pololeos homosexuales, puesto que aun existe heterosexualismo en las formas de concebir el emparejamiento.

Además, el hecho de que la relación de pololeo se rija por un orden preestablecido, no fomenta la creatividad a la hora de conformar relaciones de pareja con el “ser amado”, pasando por alto que las formas de relacionarnos sexual y afectivamente son obra nuestra, que son un elemento de nuestra libertad y que por ende podemos establecer nuevas modalidades para relacionarnos (Foucault, 1982). El pololeo en Chile se presenta como la relación prematrimonial deseable por excelencia, y querer variar en torno a las formas de sobrellevarla (sin visitas periódicas por ejemplo), o bien desligarse de dicha perfil de emparejamiento planteando nuevas formas (poliamorosas e incluso simplemente homosexuales) van de la mano con manifestaciones represivas de lo que se inculca moralmente desde la infancia y proceder de forma rupturista en torno al pololeo implica no ceñirse a los cánones que este imparte pero encontrarse sin ninguna otra forma posible de “amar” que sea igualmente reconocida y aceptada por el grueso de la sociedad.

De este modo, los sujetos que se encuentran inmersos en una relación de pololeo, así como también quienes se encuentran solteros, están expuestos y reproduciendo una situación de poder en que se coartan libertades sexuales, se fomentan distinciones de género y se transcribe la heteronormatividad, como agentes activos y representantes del status quo que conlleva el no crear novedades relacionales. Como dice Foucault en “Vigilar y Castigar”, esta situación conlleva que se produzcan y se hagan visibles dualismos y marcaciones (de normal y anormal) de entre las diversas relaciones de pareja que se establecen, así como también de las formas en que cada individuo busca relacionarse con los demás. Esto claramente se bifurca en mecanismos de exclusión que penalizan aquello que no se ciñe a la norma social imperante, lo anormal (coartando a fin de cuentas cualquier posibilidad de nueva creación) y trabajando a la vez en una relación no institucionalizada con miras a prescribir de forma más atractiva el proceso de moldeamiento.
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sábado, 17 de julio de 2010

Lamento XVII

[por Alexis Huerta]

¿Cuánto valen mis palabras?
¿Son mías además?
¿Cuánto vale la cólera en un país enceguecido por la magia del bienestar?
como pesa el hastío sobre las piernas,
como nos convierten en fósforos de un fuego anónimo
como gente encorvada con las manos en el rostro,
a tantos convencieron que era la perfecta imagen de una vida esforzada y feliz
pues fantasear otra cosa, fantasear del todo señoras y señores,
en este lugar, es un acto anormal que debe ser registrado,
anotado, fichado, erradicado etc
Si pudiera desechar algo ahora,
de lo poco que me queda,
de lo mucho que creía poseer,
sin duda sería la razón
sin duda sería razón
sin duda sin duda
sin duda sería la razón
¿Cuál era ese triste enigma que revela el sileno, al ser capturado?
No haber nacido nunca, es lo mejor que me hubiera no sucedido
Demasiado tarde, mas morir pronto,
que así sea, parece un mejor porvenir que el futuro.


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viernes, 16 de julio de 2010

La máquina del tiempo, yo y un poco (sólo un poco)

[por Lunátil Magnética] Cuando, hace algún quizás momento instantáneo de esos que parpadean y luego se encienden y luego gritan pero siempre fueron mudos [...]
cuando siento por fin, como se supone que es la vida, cuando sientes ¡y es que hoy siento! por ende puedo concluir que estoy viviendo, si soy más precisa el sentir ya no se siente tanto, si soy muy punzante arruino la metaforidad si soy realista ya definitivamente el sentir se extinguió, entonces cuando siento es que vivo, si vivo es porque existo, la existencia es algo real si soy realista dejo de sentir.

U n a l e tr a trasotr a , c omofu equenosea choclonarondejarondesercoherentes...

Y si el tema de la vida ronda como mosca en la suciedad... ¡alto! ¿si es cierto que la contaminación del medio ambiente es extremadamente es pelu znante y revoltosa, pero yo creo que por el hecho de ser ruidosa y molesta es injusto que se me califique como tal como mosca esa es la tal... (¿será que la vida es la mosca y yo la suciedad?) pero exijo movimiento y traslación, también exijo un poco de solución para el descriteriado criterio que si es que soy criteriosa debo asumir que habita dentro de mi. mi mi mi... (es como retornable, cada vez más ligero, como entregado al espacio vacío que le otorgó consistencia.)

Señores señoras, yo creo que el problema radica en nuestro liviano andar. No, como siempre culpando al resto, ¿ah?

Tampoco quise avergonzarte ni responsabilizarte por mi poco equilibrio coherencial. es que puede ser que no me hayas comprendido lo suficiente - y ahí vas denuevo a culpar a los demás - quiero decir que no fui lo suficientemente escueta para que tu entendimiento... - un poco más humilde, un poco más certera- ...lamento no haberme explicado bien.

y qué si vivo y no siento. y que si siento y no vivo. y que si posiblemente Matrix tenía la razón. y qué si el show de Truman es el show de Lunatil, el show de Sara, de Diego, de Andrea, de José...

Mi consejo querido yo, es que aprendas a vivir consiente de que viviendo estás, que no sigas tratando de encontrar al dr. Kilovatios, otros que se queden en ese bledo, ahora tú dedícate al momento, dedícate al presente.
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viernes, 11 de junio de 2010

2da Tokata Reggae/Hip-hop!



Estará tan buena o mejor que la del año pasado, definitivamente un evento que no se pueden perder!

SÁBADO 26 DE JUNIO // 22 HRS
BAR ALIMAPU (Cochrane #510, Valpo, a pasos del monumento A. Prat)

ENTRADA: $1500 c/Cover

GRUPOS INVITADOS:
FMOH
Rolo
Predicto
Lion Nativo
Jahdaman
Klaroscuro
MC Doble y DJ Keizen
Realmente
Naturalmente de la jungla
Rebelyon
Payaso Místico
Alianza Arcana
Nülküwe [Nelkiwe]

Selektor
D-Mian
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